Buenos días E.I.

BUENOS DÍAS E. INFANTIL (1 – 5 Junio)
Semana de las profesiones.

Lunes 1.06.15
En este día, trabajamos tres profesiones a través de la rutina de pensamiento Veo, pienso y me pregunto.
Para ello, en el tiempo de asamblea pondremos en el medio de la misma tres imágenes que representen tres profesiones diferentes.
En primer lugar los alumnos irán exponiendo, por turnos, que ven en esas imágenes, luego qué piensan sobre la misma y por último qué se preguntan sobre ellas.
Las tutoras irán apuntando en la pizarra, en un papel continuo o en un folio las respuestas de los alumnos.
Laura tiene elaboradas de años anteriores tarjetas con imágenes que representan diferentes profesiones, se ha ofrecido a ir rotándolas por los tres cursos de Infantil para el desarrollo de esta rutina. Los tres cursos de Infantil trabajarán las mismas nueve profesiones, aunque en días diferentes.

Martes 2.06.15
Pepe y los oficios.
Pepe era un hombre que no tenía trabajo.
- “¡Que ganas tengo de trabajar, voy a mirar en el periódico si hay alguna oferta para mí!”.
Pepe buscó y buscó y finalmente encontró una peluquería que necesitaba a un peluquero con mucha experiencia cortando el pelo y peinando. Él no tenía ninguna experiencia como peluquero, ni tampoco le gustaba mucho ese trabajo pero decidió probar.
Cuando llegó a la peluquería el jefe lo contrató en seguida. Le dieron un delantal blanco, un peine, algún champús para lavar el pelo y unas tijeras, y esperó a que llegara su primer cliente.
Pasados unos minutos entró en la peluquería una mujer que quería cortarse un poco el pelo. Pepe muy contento comenzó a cortar, a cortar y a cortar…
Pepe cantaba: - “Cortaré un poco por aquí, un poco por allá, tra la ra, tra la ra…”
Cuando Pepe pensaba que había realizado un corte de pelo perfecto, se dio cuenta de que… ¡había dejado prácticamente sin pelo a la clienta! Cuando la mujer se miró en el espejo y vio el resultado, salió corriendo totalmente enfadada junto con el jefe de la peluquería detrás del pobre Pepe para reñirle.
De nuevo, Pepe se había quedado sin trabajo y buscó otro oficio. En este caso vio una oferta como albañil y decidió probar a ver cómo le iba.
- “Seguro que este trabajo se me da bien, es muy fácil, únicamente hay que untar cemento y pegar un ladrillo sobre otro”.
Y eso fue lo que hizo, pegar un ladrillo tras otro sin parar. Levantó cuatro grandes paredes pero… ¡se le había olvidado dejar espacio para la puerta y las ventanas! ¡Pepe se quedó encerrado dentro de la casa sin poder salir!
Cuando el jefe se dio cuenta de lo ocurrido tuvo que derrumbar toda la casa para rescatarlo, y el pobre Pepe volvió a quedarse sin trabajo.
Pepe se encontraba ya un poco triste y desanimado, pero volvió a intentarlo, le hacía falta trabajar y buscó un empleo diferente. Fue a diferentes tiendas por si necesitaban algún trabajador más y le ofrecieron una oportunidad para trabajar como sastre en una sastrería.
- “¿Cómo sastre? ¿Qué oficio será ese?
Después de mucho investigar y descubrir que su función sería tomar medidas a las personas y elaborar ropa para ellas, se puso manos a la obra con su primer pantalón. Cuando el cliente Rodolfo se probó el pantalón… ¡fue todo un desastre! Le quedaba corto, tenía agujeros y el botón para abrochárselo estaba torcido. Entonces, despidieron a Pepe y se quedó de nuevo sin oficio.
Esta vez Pepe estaba en casa de sus papás, ya totalmente entristecido y muy desanimado.
- “¡Jamás encontraré un oficio, no sirvo para nada, no se hacer ningún trabajo bien y todo me sale mal! ¡Me rindo, ya no vuelvo a intentarlo ni a esforzarme nunca más, soy un caso perdido!”.
Sus papis que lo estaban escuchando le dijeron con mucho cariño y sabiduría: “Pero Pepe, ¿por qué te empeñas en realizar oficios que no conoces y no te gustan? A nosotros también hay muchas cosas que no se nos dan bien, por ejemplo, papá no es muy bueno arreglando los electrodomésticos que se estropean en casa pero se le da muy bien cocinar. Todos tenemos alguna habilidad especial, lo importante es descubrirla y trabajar mucho en ella”
Pepe, se quedó pensativo: -“¿Qué se me da a mí bien? Después de mucho pensar, salió a tomar el fresco al patio y observó que estaba rodeado de plantas y flores preciosas.
- ¡No me lo puede creer, es cierto, todos tenemos un don especial! ¡Yo he conseguido cuidar todas estas flores y hacer que estén bien hermosas, y además con mucho gusto y alegría! ¡Con mucho esfuerzo y dedicación seré un gran jardinero!

Ahora, gracias a sus papás, sabía que podía convertirse en un buen jardinero y aprendió a valorarse más a sí mismo y creer más en él.

Algunas posibles preguntas para la reflexión:
- ¿Dónde comenzó a trabajar Pepe?
- ¿Qué le sucedió con la primera cliente?
- ¿Qué otros oficios intentó y qué le pasaba en estos trabajos?
- ¿Pensáis que es importante estudiar, aprender y esforzarse mucho para conseguir hacer bien las tareas y trabajos?
-¿Por qué estaba tan desanimado y triste?
- ¿Qué le aconsejaron sus papás? ¿Estáis de acuerdo con lo que le dijeron a Pepe sus papás?
- ¿Qué cosas se os dan bien a ustedes? ¿Qué cosas se os dan mal?
- ¿Alguno de ustedes piensa que no hay ninguna tarea o cosa que se le dé bien?
-¿Qué os gustaría ser de mayor?

Miércoles 3.06.15
En este día, trabajamos tres profesiones (diferentes a las que observamos el lunes) a través de la rutina de pensamiento Veo, pienso y me pregunto.
Para ello, en el tiempo de asamblea pondremos en el medio de la misma tres imágenes que representen tres profesiones diferentes.
En primer lugar los alumnos irán exponiendo, por turnos, que ven en esas imágenes, luego qué piensan sobre la misma y por último qué se preguntan sobre ellas.
Las tutoras irán apuntando en la pizarra, en un papel continuo o en un folio las respuestas de los alumnos.

Jueves 4.06.15
Carolina quiere ser mecánica.

Carolina era una niña de 6 años a la que le gustaba mucho jugar con las herramientas de su casa y arreglar y desmontar sus juguetes.
Un día mientras estaba en el colegio, el profesor les preguntó a sus alumnos qué querían ser cuando fueran mayores.
- ¡Yo quiero ser enfermera! – dijo Amanda.
-¡Yo futbolista!- dijo Paquito.
- ¡Yo bailarina! – contestó Cayetana.
-¡Yo bombero!- dijo Saúl.
Todos los niños y niñas iban contestando pero el profesor veía que Carolina no contaba qué quería ser, y le preguntó:
- Carolina, ¿y tú? ¿Qué quieres ser de mayor?
- Profe ¡yo de mayor quiero ser mecánica! – respondió Carolina, mientras todos los demás niños y niñas empezaron a reírse.
El profesor, muy enfadado, pidió a todos que dejaran de reírse.
- ¿Por qué os hace tanta gracia?
Todos dijeron que Carolina no podría ser mecánica porque únicamente los niños podían serlo y porque había que ser muy inteligente y fuerte.
Ese día Carolina se fue a casa muy triste y su abuelita, cuando la vio llorando, le preguntó qué le pasaba. Carolina le contó lo que había pasado en el colegio y su abuelita le explicó que los hombres y las mujeres podían hacer exactamente las mismas cosas, que todo es posible con esfuerzo e ilusión.
Así que Carolina, que siempre había soñado con ser mecánica, se puso a estudiar y a leer mucho sobre este tema.
Leyó millones de libros, buscó mucha información y durante mucho tiempo estuvo preparándose para que cuando fuera mayor superara todos los exámenes y consiguiera ser mecánica.
Cuando ya se fue haciendo mayor y estaba en el instituto, volvió a pasarle una cosa muy fea. Los compañeros de Carolina se enteraron de que quería ser mecánica y todos se echaron a reír de nuevo.
- Carolina, ¡deja de soñar! ¡Sólo los hombres pueden ser mecánicos! ¡Tú no lo vas a conseguir!
Pero Carolina no se rendía y no hacía caso a los demás, pues ella pensaba que era una completa tontería creer que había profesiones diferentes para mujeres y hombres. Nunca perdía la ilusión ni tampoco dejaba de esforzarse. Siguió leyendo muchos libros, aprendiendo muchas cosas y trabajando día tras día para conseguirlo.
Pasaron los años y Carolina ya era mayor. Entró en la universidad y sacó las mejores notas de toda su clase. Tras esto, por fin llegó el momento de ir a hacer las pruebas para ser mecánica. Tuvo que hacer un montón de exámenes y de pruebas. Cuando acabó todo, volvió a casa a esperar a que le dijeran si lo había conseguido.
Tras unos días esperando recibió una carta que decía:
- ¡Enhorabuena! ¡Has conseguido ser mecánica!
Carolina estaba tan contenta que no podía creérselo y toda su familia estaba muy orgullosa de ella. Celebraron la gran noticia y, al día siguiente, comenzó a trabajar de aprendiz en un taller de coches y motos como mecánica.
Carolina no se cansaba de aprender cosas nuevas y se esforzaba mucho día tras día hasta que consiguió ser una de las mecánicas más famosas e importantes del mundo.
Hizo tantas cosas buenas que llegó a salir en la televisión y todos los demás compañeros que siempre se habían reído de su sueño se dieron cuenta de que estaban equivocados y de que habían sido muy injustos con ella.
Un día, Carolina volvió a encontrarse con sus antiguos compañeros que tanto se reían de ella, todos la saludaban y la felicitaban.
- ¿Cómo has conseguido ser una mecánica tan importante? – le preguntaban
Carolina, que no era rencorosa a pesar de las burlas que había recibido, les perdonó y les dijo a todos:
- Como habéis podido comprobar tanto hombres como mujeres somos iguales y podemos hacer las mismas cosas. Yo conozco a Elena, Clara, Alicia… todas ellas son mecánicas también. Lo importante es el esfuerzo, la ilusión y trabajar mucho, de esta manera todo se puede conseguir. Recordad que es muy importante confiar en uno mismo y nunca reírse de las demás personas por ningún motivo.
Algunas posibles preguntas para la reflexión:
- ¿Qué quería ser de mayor Carolina?
- ¿Qué hacían sus compañeros del colegio cuando Carolina decía que quería ser mecánica?
- ¿Consiguió Carolina ser mecánica? ¿Cómo lo consiguió?
- ¿Pensáis que es importante estudiar, aprender y esforzarse mucho para conseguir hacer bien las tareas y trabajos?
-¿Creéis que hay trabajos diferentes para las mujeres y los hombres? ¿Por qué?
- ¿Veis bien que Carolina no fuera rencorosa y perdonara a los compañeros que se rieron de ella? ¿Es importante perdonar a los amigos?

Viernes 5.06.15
En este día, trabajamos tres profesiones (diferentes a las que observamos el lunes y el miércoles) a través de la rutina de pensamiento Veo, pienso y me pregunto.
Para ello, en el tiempo de asamblea pondremos en el medio de la misma tres imágenes que representen tres profesiones diferentes.
En primer lugar los alumnos irán exponiendo, por turnos, que ven en esas imágenes, luego qué piensan sobre la misma y por último qué se preguntan sobre ellas.

Las tutoras irán apuntando en la pizarra, en un papel continuo o en un folio las respuestas de los alumnos.

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